15 de septiembre de 2015

Sobre la suelta de tortugas bobas en la playa del Carabassí

Escribo esta entrada desde el mayor de los respetos y con la debida precaución: no estuve allí. Estoy segura que este acto fue preparado con el mayor cariño, la mayor dedicación y la mejor de las intenciones de mostrar y enseñar la importancia de las tortugas. En la convocatoria figuraban actividades divulgativas complementarias de las que muchos no se dieron cuenta. Yo como no estuve allí, tampoco las vi :(

Y diréis cómo me atrevo a escribir esta entrada. A esto se llama escribir de oídas (y de vista). La razón es porque, varias personas que conozco bien llegaron indignadas, y una de ellas me trajo vídeos. Los vi y la verdad es que hay algunas cosas con la que discrepo y a riesgo de meterme en un jardín voy a dar mi opinión (aunque nadie me la haya pedido).  Creo que la animación del evento sobraba :(



Y la cantidad de gente era espectacular, me da la impresión que no se esperaba que fuera a haber tanto público.



Vídeo de la liberación de las 25 tortugas boba en la playa del Carabassí
Posted by Elchediario on Lunes, 14 de septiembre de 2015

Pero vuelvo a lo que yo quería transmitir...

En educación ambiental nos enseñan que lo que no se conoce no se ama (aunque ya sabéis que últimamente yo tengo la teoría de que lo que no se conoce no se destroza) y probablemente llevados por la emoción de soltar tortugas bobas, algo tan poco habitual querían compartir y enseñar a las tortugas  a todo el mundo. Puedo entenderlo, querer divulgar y mostrar a todos lo que son las tortugas, puedo entenderlo. Pero no compartirlo.



Observar a distancia


Creo que en educación ambiental es muy importante enseñar el respeto y cuidado del mundo natural. En numerosas ocasiones esto pasa por enseñar que hay que tomar distancia y respetar, enseñar a que los animales se observan y no se tocan. Que somos afortunados si divisamos a un animal en su entorno natural, comportándose de forma natural, y que intervenir en el sistema puede ser beneficio o perjudicial, pero que siempre tenemos que ser meros observadores.

En esta ocasión, fueron muchos los afortunados que pudieron ver las tortugas porque las acercaron al público para que las vieran, es más, antes de soltarlas, preguntaron si faltaba alguien por verlas. 

Yo no asistí porque trabajaba, pero imaginaba una suelta de tortugas donde el público estaba como en este caso, detrás de un cordón, una carpa donde las tortugas esperaban a ser liberadas y un discurso

Sí, un discurso en el que se explicara que la protección del hábitat, la no-urbanización de la costa, el no masificar las playas, el mantener limpias las playas para que no pasen las máquinas diariamente, proteger el medio de los plásticos que tiramos a la basura, a la calle (los que se vuelan de los contenedores), la importancia de conservar su hábitat natural, la Posidonia oceánica,  evitar la contaminación de todo tipo... que todas estas cosas son la clave para que las tortugas vuelvan. 

Hacer hincapié en que las tortugas son unos indicadores de conservación, que si volvían de nuevo es que lo estábamos haciendo bien. Mostrar a todas esas personas que para que este evento se repitiera en el futuro era fundamental la protección del hábitat.

Y después del discurso, imaginaba que soltarían a las tortugas y se las vería en manada corriendo con sus aletas torpes hacia el mar, pegando el saltito en las olas y aprendiéndose el camino para volver después.

Por lo que me dijeron esto no pudo ser porque en esa hora (las 17.15h) estaba creciendo la marea hasta alcanzar la pleamar a las 18.02 h.

Sé el trabajo, la ilusión, el empeño que se pone, el esfuerzo, los nervios porque todo salga bien, porque se consigan los objetivos marcados, la emoción que transcurre en ese día... y es una pena que el sabor fuera agridulce porque la suelta se convirtiera, por ese afán de divulgar, en algo más cercano a un parque de atracciones que a una suelta en armonía con el entorno natural.

2 de septiembre de 2015

La conservación y el turismo, difícil combinación

Hace unos días fui a la Cala de la Ermita de Santa Pola, lugar al que cuando iba de niña con la familia apenas éramos cuatro gatos y ahora casi no hay quien entre con chiringuito incluido. Cosas del turismo, la globalización y la difusión de los sitios bonitos por doquier. 

Por ejemplo, hace poco salió el Salto del Usero de Bullas en la guía Repsol -creo que era esta guía-  ahora hay un problema grave, de mucha afluencia de público a una zona que no soportaba esta presión antes. 

Yo soy más bien partidaria de no difundir los sitios bonitos y naturales, sé que los que se dedican al turismo se van a tirar de los pelos cuando lo lean pero mi experiencia es que cosa que se conoce, cosa que se destroza. Debo estar negativa estos días.

No soy nadie doctor (un cartel que se siente ignorado)


Hacía tiempo que no iba y no había reparado en el cartel que hay en la valla (la valla sí la recordaba). Aunque esto último no es de extrañar, conozco gente que pasa muy a menudo por ahí y tampoco había reparado en el cartelito, y digo cartelito porque es pequeñito.

Obsérvese la cantidad de gente alrededor

¿No nos fijamos en las cosas o no nos importan?


El cartelito en cuestión viene a anunciar la existencia de una población de Limonium lobatum que es una especie en peligro de extinción según el Catálogo Valenciano de Especies Amenazadas, aunque existen poblaciones en otras partes del sureste peninsular.

El Limonium lobatum es conocido como siempreviva azul menor de origen autóctono y su situación actual es la siguiente (copio del Banco de datos de Biodiversidad):

Conocido en Alicante desde finales del sigloXIX, concretamente en la Rambla de Elx, no se volvió a encontrar hasta mediados del XX, en la Sierra deOrihuela. Estas primeras poblaciones alicantinas seconsideran extintas. Actualmente, se encuentra en una situación alarmante en nuestro territorio, yaque sólo se conocen dos poblaciones próximas, descubiertas recientemente en Els Bassars (Elx) y ElCarabassí (Santa Pola), ambas con muy pocos ejemplares.En los últimos rastreos, no se han observado ejemplares en estas áreas, pero se ha localizado unnuevo núcleo poblacional, próximo a la Playa delCarabassí, con más de 3500 ejemplares.

Yo pensaba que tenía más poblaciones en la Comunidad Valenciana, pero no. Hablando con habituales de la zona, en cuanto la valla se cae, los coches campan a sus anchas encima de los pobres Limonium. 

Posiblemente si el cartel anunciador fuera más aparente y las vallas más altas a los visitantes les nos  quedaría más claro que nos estamos comiendo el bocata al lado de una especie en peligro de extinción.

De momento, yo me daría con un canto en los dientes con que el cartel sea más grande, más alto y de otro color más llamativo. Llama más la atención el cartel de prohibido perros que el de una especie en peligro de extinción :(

Y como no va a ser todo malo, muy buena idea la pasarela de madera para dirigir a los visitantes a la playa, ya que en muchas ocasiones invadimos espacios para acortar camino:


¿Y cómo es el Limonium lobatum o siempreviva azul menor?

Limonium sp. hay muchos por la zona, muchos de ellos endémicos y protegidos, otros más comunes pero son muy típicos del lugar. 

Pero el aspecto de la criatura en todo su esplendor es el siguiente:

(fotos de http://www.florasilvestre.es/mediterranea/Plumbaginaceae/Limonium_lobatum.htm)



¿Algún comentario o sugerencia? :)